Esa boca que marco huella
A pesar del tiempo y sus silencios
Esa boca con la cual mi sentir sueña
Sin sentirse ajeno a lo dulce de su aliento
Esos labios y esos besos
De los que ni siquiera soy dueña,
Con sentimiento invita al arrobo del regreso
Recordando dulcemente la marca de su huella.
Un silencio de imposibles me abruma.
Y entre brumas llega el viento,
libera a la soledad que crece dentro.
Y con lluvia de ilusiones cautiva al pensamiento
sanando la herida que causó aquel sufrimiento.
Esa boca que ávida y cautiva bebía
de la mía, caminos de silencios imposibles,
brillos de estrellas perdidas,
cantos de seductoras auroras
de bellas y enamoradas madrugadas.
Ese beso tuyo, que tanto añoro
Entre quedas voces y murmullos
Gemidos suaves y sonoros
latidos palpitantes al son de arrullos.
Esa boca, esos labios, esos besos
viven en mis sueños porque aun te quiero
Y siempre te pienso.