Gracias a Dios, puedo saludar hoy a mi papá por el día del padre. Después de haber sufrido un ACV cuatro meses atrás, hoy está MEJOR QUE NUNCA, disfrutando de la vida, habiendo evolucionado de una manera sorprendente, con el coágulo ya casi totalmente reabsorbido. Una vez más: Feliz Día Papá, los mejores días llegaron.