Mira la hermosa historia en este video:
Cuando Heber J. Grant era joven sus padres eran demasiado pobres para reemplazar su vieja chaqueta delgada y comprarle una nueva. Por eso su madre lo sorprendió con un abrigo de invierno que había hecho a mano. Heber estaba encantado. Con él podía jugar y divertirse en el invierno de su ciudad sin pasar frío. Un día, mientras estaba jugando en la calle cubierta de nieve, se dio cuenta de que un pequeño niño estaba pegado a la rejilla de escape de un edificio tratando de entrar en calor. El niño era muy pobre y Heber decidió regalarle su nuevo abrigo pues lo necesitaba más que él. https://www.youtube.com/watch?v=cp3IH8ZNviQ