Según Eisner, los objetivos de la educación de arte deben atender a lo que el arte tiene de único y valioso, es preciso tener en cuenta que los objetivos funcionan siempre para las personas, y que las personas viven en contextos. Así, cualquier afirmación sobre objetivos que no considere el quién y el dónde sólo podrá expresarse en terminos más generales y abstractos... (2005, p. 54)